Dibujo artístico I - Ej
Dibujos invertidos
El segundo ejercicio del método de Betty Edwards consiste en los dibujos invertidos. Copio parte de sus instrucciones [las especificaciones entre corchetes son mías]:
FECHA DE ENTREGA: tendréis que darme dos de los dibujos inferiores, como muy tarde el miércoles 20 de enero.
FECHA DE ENTREGA: tendréis que darme dos de los dibujos inferiores, como muy tarde el miércoles 20 de enero.
Vamos a aprovechar esta falla en las habilidades del hemisferio izquierdo para darle al modo-D una oportunidad de tomar la dirección durante un rato.
(...) Usted tiene que copiar esta imagen invertida, y, por lo tanto, tendrá que dibujar al revés; es decir, tiene usted que copiar el dibujo tal como lo ve.
Antes de empezar: Lea todas las instrucciones que siguen:
Un aprieto para el cerebro izquierdo
Este misterio[ejercicio] pone en un aprieto al lógico hemisferio izquierdo: ¿Cómo explicar esta repentina habilidad para el dibujo, cuando él (el omnisciente hemisferio izquierdo) ha sido dejado al margen? El hemisferio izquierdo, que admira un trabajo bien hecho, debe ahora considerar la posibilidad de que el despreciado hemisferio derecho sea bueno dibujando.
En términos más serios, una explicación plausible del ilógico resultado es que el hemisferio izquierdo rechazó la tarea de procesar la imagen invertida. Presumiblemente, el hemisferio izquierdo, confuso por la imagen poco familiar e incapaz de nombrar y simbolizar como es habitual en él, se echó atrás, dejando el trabajo para el hemisferio derecho. ¡Perfecto! El derecho es el hemisferio adecuado para la tarea de dibujar, porque está especializado para ello y el dibujo le resulta fácil y agradable.
(...) Usted tiene que copiar esta imagen invertida, y, por lo tanto, tendrá que dibujar al revés; es decir, tiene usted que copiar el dibujo tal como lo ve.
Antes de empezar: Lea todas las instrucciones que siguen:
- Busque un lugar tranquilo para dibujar, donde nadie le moleste. Ponga música, si lo desea. Cuando pase al modo-D, la música se desvanecerá. Acabe el dibujo en una sesión, digamos de treinta a cuarenta minutos [Te puede llevar hasta una hora]
- Puede usar un despertador para no tener que ocuparse del tiempo (una función del hemisferio izquierdo). Y, sobre todo, no dé la vuelta al dibujo hasta que haya terminado. Si lo hiciera, podría volver al modo-I, cosa que queremos evitar mientras esté aprendiendo a experimentar el modo-D.[Esto es importantísimo. Sé que la tentación de dar la vuelta al modelo es muy grande, pero el ejercicio consiste precisamente en NO hacerlo por ningún motivo. ¿Vas a "perder" lo trabajado durante 30, 40, 60... minutos sólo por darte un placer de pocos segundos?. Tu cerebro te va a decir ¿Pero qué más da? ¿En qué te puede perjudicar darle la vuelta? ¡Qué exagerada es tu profesora¡. Y yo te contesto; si quieres aprender a ver del natural lo primero es acallar ese tipo de mensajes. Yo sólo te doy ejercicios para ello, si decides desperdiciarlos es cosa tuya, pero también estarás desperdiciando tu tiempo. Sólo tú serás el perjudicado. ¿Merece la pena?]
- Mire el dibujo invertido durante un minuto, observando los ángulos, líneas y formas. Vea cómo todas las líneas encajan. Donde termina una, empieza otra. Las líneas mantienen ciertos ángulos unas con otras y con los bardes del papel. De hecho, las líneas forman los bordes de los espacios, y se pueden ver las formas de los espacios encerrados por las líneas.
- Empiece a dibujar por arriba, y copie cada línea, pasando de una línea a la adyacente, progresando como si se tratara de un rompecabezas. [es decir, si ves que una línea es bastante larga no pretendas realizarla en su totalidad sin ir dibujando también las de alrededor. Dibuja como si estuvieras trazando un árbol con todas sus ramas, dirigiéndote hacia abajo en todas las direcciones]
- No se preocupe por los nombres de las partes; no es necesario. Es más, si llega a una parte que tal vez podría nombrar, siga diciéndose a sí mismo: «Bien, esta línea se curva por aquí; aquí se le cruza esta otra, haciendo esta pequeña forma; esta línea es casi paralela al borde del papel.» Trate de no pensar en lo que son las formas, y evite cualquier intento de reconocer o nombrar las partes.
- Una vez que haya empezado, se encontrará muy interesado en las relaciones entre las líneas. Para cuando esté bien enfrascado en el dibujo, el modo-I se habrá desactivado (ésta no es una tarea apetecible para el hemisferio izquierdo; es muy lenta, y resulta muy difícil reconocer las cosas) y el modo-D estará en funcionamiento.
- Recuerde que todo lo que necesita saber para dibujar la imagen está delante de sus ojos. Ahí está toda la información, facilitándole la tarea. No la complique; es de verdad así de sencilla.
- Después de terminar: Cuando termine y le dé la vuelta al dibujo, probablemente se sorprenderá de lo bien que ha quedado. (...)
Un aprieto para el cerebro izquierdo
Este misterio[ejercicio] pone en un aprieto al lógico hemisferio izquierdo: ¿Cómo explicar esta repentina habilidad para el dibujo, cuando él (el omnisciente hemisferio izquierdo) ha sido dejado al margen? El hemisferio izquierdo, que admira un trabajo bien hecho, debe ahora considerar la posibilidad de que el despreciado hemisferio derecho sea bueno dibujando.
En términos más serios, una explicación plausible del ilógico resultado es que el hemisferio izquierdo rechazó la tarea de procesar la imagen invertida. Presumiblemente, el hemisferio izquierdo, confuso por la imagen poco familiar e incapaz de nombrar y simbolizar como es habitual en él, se echó atrás, dejando el trabajo para el hemisferio derecho. ¡Perfecto! El derecho es el hemisferio adecuado para la tarea de dibujar, porque está especializado para ello y el dibujo le resulta fácil y agradable.
En clase no nos va a dar tiempo más que a hacer uno o dos de estos dibujos, pero cuanto más los practiques, tu cerebro aprenderá a ver las líneas de manera más automática y menos te constará integrar estos aprendizajes con los siguientes. (Porque en los próximos tendrás que usar lo aprendido aquí del mismo modo que también para estos ejercicios tienes que aplicar lo visto anteriormente y lo bueno es que llegues a hacerlo ya sin darte cuenta, de manera automática).
Aprender a conocer el cambio en la forma de dibujar del cerebro
Estos ejercicios, además de prepararnos para enfrentarnos al dibujo del natural poco a toco, tienen otra importantísima función. Vuelvo a citar a Betty Edwards:
"APRENDA A CONOCER EL CAMBIO ID
El ejercicio de la imagen invertida permite progresar en dos importantes aspectos. El primero es la experiencia consciente del paso ID. El estado de conciencia del modo-D es cualitativamente diferente al del modo-I. Estas diferencias pueden detectarse y empezarse a reconocer, aunque el momento preciso del cambio de un estado de conciencia al otro siempre se experimenta inconscientemente. Por ejemplo, uno puede ser consciente de estar bien despierto y un rato después encontrarse sumido en ensoñaciones, sin haberse dado cuenta del momento exacto del cambio de un estado a otro. Lo mismo sucede con el paso del modo-I al modo-D; es inconsciente, pero una vez que se ha experimentado, se puede apreciar la diferencia entre ambos estados. Este conocimiento le ayudará a provocar el cambio por control consciente, que es uno de los principales objetivos de este método.
La segunda ventaja del ejercicio es que el paso al modo-D le permitirá ver del modo en que ven los artistas expertos, y de este modo podrá dibujar lo que percibe. Ahora bien, es evidente que no podemos estar todo el tiempo volviendo las cosas cabeza abajo. Los modelos y los paisajes no van a ponerse de cabeza para que uno los copie. Por lo tanto, nuestro objetivo es enseñarle a hacer el cambio mental viendo las cosas en su posición normal. Así aprenderá a ver como ven los artistas: la clave está en dirigir la atención hacia la clase de información visual que el hemisferio izquierdo no pueda o no quiera procesar. En otras palabras, se trata siempre de presentarle al cerebro una tarea que el hemisferio izquierdo rechace, para que el derecho pueda hacerse cargo.
REPASO DEL MODO-D
Puede resultar útil repasar cómo se siente el modo-D. Piense en ello. A estas alturas, usted ya ha experimentado el cambio varias veces: al hacer los dibujos de copas y caras, y hace un rato, al dibujar los dibujos invertidos.
En el estado del modo-D, uno es inconsciente del paso del tiempo; el tiempo que se pasa dibujando puede haber sido largo o corto, pero uno no lo sabe a ciencia cierta hasta que lo consulta. Si había alguna persona cerca, ¿observó usted que no podía entender lo que decía? (de hecho, no quería usted oírlo). Puede que oyera sonidos, pero probablemente no se molestó en descifrar el significado de lo que se decía. ¿Era usted consciente de estar alerta pero relajado, confiado, interesado, absorbido en el dibujo y con la mente clara?
La mayoría de mis alumnos han descrito el estado de conciencia del modo-D en estos términos, los cuales coinciden con mi propia experiencia y con las descripciones de artistas profesionales. Un artista me dijo: «Guando estoy trabajando a gusto, no se parece a nada que yo haya experimentado; me siento uno con mi trabajo: el pintor y la pintura son una misma cosa. Me siento excitado, pero calmado; eufórico, pero con completo control. Creo que eso es lo que me hace volver a pintar una y otra vez.»
El modo-D es realmente agradable, y además con él se puede dibujar. Pero existe una Ventaja adicional: el paso al modo-D le libera a uno por algún tiempo del dominio verbal y simbólico del modo-I, lo cual es un alivio. Puede que el placer se deba al descanso del hemisferio izquierdo, que interrumpe su charla y se mantiene tranquilo por un rato. Esto puede explicar algunas prácticas antiquísimas, como la meditación y los estados auto-inducidos de conciencia alterada que se logran mediante el ayuno, las drogas, los cantos rituales o el alcohol. Dibujar con el modo-D induce un estado alterado de conciencia que puede durar horas, produciendo una considerable satisfacción.
«Sé perfectamente que sólo en algunos instantes felices soy lo bastante afortunado como para perderme en mi trabajo. El pintor-poeta siente que su verdadera esencia inmutable procede del reino invisible que le ofrece una imagen de eterna realidad... Siento que yo no existo en el tiempo, sino que el tiempo existe en mí. También me doy cuenta de que no se me ha concedido la capacidad de resolver el misterio del arte de una forma absoluta. No obstante, me siento inclinado a creer que estoy a punto de poner mis manos en lo divino.»
"APRENDA A CONOCER EL CAMBIO ID
El ejercicio de la imagen invertida permite progresar en dos importantes aspectos. El primero es la experiencia consciente del paso ID. El estado de conciencia del modo-D es cualitativamente diferente al del modo-I. Estas diferencias pueden detectarse y empezarse a reconocer, aunque el momento preciso del cambio de un estado de conciencia al otro siempre se experimenta inconscientemente. Por ejemplo, uno puede ser consciente de estar bien despierto y un rato después encontrarse sumido en ensoñaciones, sin haberse dado cuenta del momento exacto del cambio de un estado a otro. Lo mismo sucede con el paso del modo-I al modo-D; es inconsciente, pero una vez que se ha experimentado, se puede apreciar la diferencia entre ambos estados. Este conocimiento le ayudará a provocar el cambio por control consciente, que es uno de los principales objetivos de este método.
La segunda ventaja del ejercicio es que el paso al modo-D le permitirá ver del modo en que ven los artistas expertos, y de este modo podrá dibujar lo que percibe. Ahora bien, es evidente que no podemos estar todo el tiempo volviendo las cosas cabeza abajo. Los modelos y los paisajes no van a ponerse de cabeza para que uno los copie. Por lo tanto, nuestro objetivo es enseñarle a hacer el cambio mental viendo las cosas en su posición normal. Así aprenderá a ver como ven los artistas: la clave está en dirigir la atención hacia la clase de información visual que el hemisferio izquierdo no pueda o no quiera procesar. En otras palabras, se trata siempre de presentarle al cerebro una tarea que el hemisferio izquierdo rechace, para que el derecho pueda hacerse cargo.
REPASO DEL MODO-D
Puede resultar útil repasar cómo se siente el modo-D. Piense en ello. A estas alturas, usted ya ha experimentado el cambio varias veces: al hacer los dibujos de copas y caras, y hace un rato, al dibujar los dibujos invertidos.
En el estado del modo-D, uno es inconsciente del paso del tiempo; el tiempo que se pasa dibujando puede haber sido largo o corto, pero uno no lo sabe a ciencia cierta hasta que lo consulta. Si había alguna persona cerca, ¿observó usted que no podía entender lo que decía? (de hecho, no quería usted oírlo). Puede que oyera sonidos, pero probablemente no se molestó en descifrar el significado de lo que se decía. ¿Era usted consciente de estar alerta pero relajado, confiado, interesado, absorbido en el dibujo y con la mente clara?
La mayoría de mis alumnos han descrito el estado de conciencia del modo-D en estos términos, los cuales coinciden con mi propia experiencia y con las descripciones de artistas profesionales. Un artista me dijo: «Guando estoy trabajando a gusto, no se parece a nada que yo haya experimentado; me siento uno con mi trabajo: el pintor y la pintura son una misma cosa. Me siento excitado, pero calmado; eufórico, pero con completo control. Creo que eso es lo que me hace volver a pintar una y otra vez.»
El modo-D es realmente agradable, y además con él se puede dibujar. Pero existe una Ventaja adicional: el paso al modo-D le libera a uno por algún tiempo del dominio verbal y simbólico del modo-I, lo cual es un alivio. Puede que el placer se deba al descanso del hemisferio izquierdo, que interrumpe su charla y se mantiene tranquilo por un rato. Esto puede explicar algunas prácticas antiquísimas, como la meditación y los estados auto-inducidos de conciencia alterada que se logran mediante el ayuno, las drogas, los cantos rituales o el alcohol. Dibujar con el modo-D induce un estado alterado de conciencia que puede durar horas, produciendo una considerable satisfacción.
«Sé perfectamente que sólo en algunos instantes felices soy lo bastante afortunado como para perderme en mi trabajo. El pintor-poeta siente que su verdadera esencia inmutable procede del reino invisible que le ofrece una imagen de eterna realidad... Siento que yo no existo en el tiempo, sino que el tiempo existe en mí. También me doy cuenta de que no se me ha concedido la capacidad de resolver el misterio del arte de una forma absoluta. No obstante, me siento inclinado a creer que estoy a punto de poner mis manos en lo divino.»
Carlo Carra«El cuadrante del Espíritu»
Cada vez que dibuje, trate conscientemente de experimentar el cambio al modo-D, de manera que se vaya familiarizando con la sensación de estar en ese estado.
«Vaciar la mente de todo pensamiento y llenar el vacío con un espíritu más grande que uno mismo, es extender la mente hasta un reino inaccesible por el proceso convencional de la razón.»
«Vaciar la mente de todo pensamiento y llenar el vacío con un espíritu más grande que uno mismo, es extender la mente hasta un reino inaccesible por el proceso convencional de la razón.»
Edward Hill«The Language of Drawing»Paragraph.
Relación del dibujo con la relajación
Sobre esta relación se habla en el libro "La meditación y el arte de dibujar" de Wendy Ann Greenhalgh. Incluye ejercicios pero si no eres muy forofo del tema NO te recomiendo comprarlo, puesto que las actividades que plantea son un calco mínimamente adaptado de las de Betty Edwards, que vamos a ver durante el curso.